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Préstamos personales online: la cláusula cero

| Savso Spain




La decisión inaudita en la Historia que el Banco Central Europeo tomó de bajar los tipos de interés por debajo del cero (en negativo) sembró lo que algunos analistas financieros ya han llamado «la tormenta perfecta»: que los bancos tengan que pagar dinero cuando alguien pida dinero prestado.

Si las cláusulas suelo ya han sido declaradas ilegales desde las más altas instancias europeas, y «abusivas» por el Tribunal Supremo español, esta nueva figura financiera salida de ninguna parte de mano de las entidades crediticias aún no cuenta con amparo legal y puede desatar una nueva guerra jurídico-financiera entre bancos y tribunales.

El Banco de España, a favor

Si bien aún no están reguladas, el Banco de España ha defendido los intereses de los bancos y entidades de crédito y ha secundado la decisión de los primeros de poner el listón de los tipos de interés en el «cero» para evaluar su propia tasa. Se fundamenta en que «pagar a quien se presta dinero es una acción contra natura de la figura financiera del préstamo».

Del mismo modo, esta tormenta financiera causada por Draghi para superar la inflación en la zona euro actuaría en contra de los clientes, para quienes el interés devengado por los bancos por depositar su dinero en sus sedes implicaría que las entidades tendrían que cobrarles por tener el dinero en sus arcas.

De la cláusula suelo a la cláusula cero

El Tribunal Supremo dictó una sentencia histórica afirmando que las conocidas cláusulas suelo de los contratos hipotecarios eran ilegales. Eso obligó a que muchos bancos devolvieran el dinero indebidamente cobrado a sus hipotecados y con intereses.

Las ahora conocidas como «cláusulas cero» suponen un nuevo talón de Aquiles para los bancos, que aun sin tener todavía amparo legal que las respalde, firman las nuevas hipotecas. En la actualidad son un sector que vuelve a estar en auge por la caída del precio de la vivienda y la supuesta recuperación de la crisis.

Se basan en que si el tipo de interés se rebaja más allá del 0 % -como sucede en la actualidad- los bancos no lo tendrán en cuenta a la hora de imponer su interés, por mínimo que sea.

Por ejemplo, si un banco concede un crédito hipotecario al 0,75 % y el tipo de interés llegara al  -1 %, el banco debería abonar un 0,25 % de intereses al deudor por el crédito. Con la «cláusula cero», el banco se guarda las espaldas y si el tipo cae en negativo, su cálculo de interés tomará como referencia el 0 %, por lo que en el ejemplo dado cobraría un 0,75 % al cliente.

Esta cláusula suelo también deberá de tener incidencia en otros créditos no hipotecarios, como los préstamos personales online o el crédito fácil que suponen los préstamos rápidos.

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