¿Qué tienen en común la economía colaborativa y los préstamos en Internet?
En la actualidad han surgido empresas como BlaBlaCar, Uber o Airbnb, que han logrado un cambio de pensamiento vinculado a la llamada economía colaborativa. En algunos países de Europa y, sobre todo, en Estados Unidos es un sistema muy común. Por su parte, en España cada vez comienzan a aparecer más compañías que fomentan este nuevo sistema económico. El campo de la banca electrónica es uno de los beneficiados por este cambio, ya que gracias a este nuevo concepto las empresas del mercado ofrecen bienes y servicios de una forma diferente para atraer al público y fidelizarlo sin perjudicarlo. Por ejemplo, el dinero rápido o los préstamos en Internet siempre se han caracterizado por ser ofrecidos por la banca tradicional o financieras que lo único que buscaban era un beneficio rápido pensando muy poco en el cliente. Por este motivo, aparecen empresas que se adaptan al consumidor y garantizan un préstamo al momento sin aprovecharse de él, al evitar que se endeude y no permitir ni una prolongación ni intereses de demora.
Condiciones diferentes
El público y las costumbres del mercado han evolucionado en cuestión de pocos años, debido en parte a la crisis, la desestabilización económica, las nuevas tecnologías y la globalización. Los beneficios son múltiples, al conseguirse una mayor eficiencia y sociedad más sostenible y social. Internet es el medio usado para llevar a cabo todo el proceso y conectar al público y a las empresas. De esta manera, hay compañías que conectan con gente con necesidades económicas que no están cubiertas por la banca tradicional. La combinación de economía colaborativa y un préstamo al momento ahora es posible en una relación de igualdad entre ambas partes. Las condiciones son claras para el consumidor y se ofrecen productos específicos pensando en el beneficio mutuo. Por ejemplo, se define el precio de un préstamo desde el principio para evitar conseguir dinero rápido y endeudarse.
Justicia social
Con estos cambios, las transacciones económicas son más humanas, al conseguirse una relación empresa-consumidor más social y estable. En España es un suceso que nos sitúa entre los países de Europa con un mayor potencial de crecimiento en economía colaborativa. Esto ha permitido que miles de plataformas de intercambio de productos y servicios aparezcan en un corto período de tiempo desafiando a las empresas tradicionales, como, por ejemplo, la banca de toda la vida, los taxis o el car sharing (un concepto nuevo y que permite alquilar tu coche). Esta forma diferente de consumir es la consecuencia del espíritu de cambio de mucha gente que anhela un mundo más justo y social. El capitalismo sin control está comenzando a desaparecer, lo que multiplica la aparición de estas empresas innovadoras y ventajosas desde un punto de vista económico e, incluso, ecológico. Dinero rápido, pero con condiciones justas.
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