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| Savso Spain
La rutina de ir al supermercado para hacer la cesta de la compra es una de las más frecuentes dentro del presupuesto familiar. Algunos clientes solicitan préstamos personales online para este gasto. Estos consejos son prácticos para comprar con inteligencia emocional:
1. Hacer la compra después de haber comido o merendado, puesto que la sensación de hambre incrementa la tendencia al consumo en un entorno lleno de dulces tentaciones. El consumidor que acude al supermercado con el estómago lleno tiene una mayor tranquilidad para pensar qué quiere o necesita en relación con aquel que tiene hambre y busca calmar esa ansiedad.
2. La lista de la compra debe ser un inventario detallado de las necesidades reales que tiene que cubrir el cliente durante la semana. Esta lista es una guía útil para hacer la compra con una planificación previa. Los gastos extra surgen por caer en la improvisación.
3. Al acudir al supermercado para hacer la compra es muy importante que previamente el consumidor haya consultado las fechas de vencimiento de los productos que tiene en la nevera y, a partir de este dato, planifique también qué necesita. Antes de elegir un producto es pertinente leer la fecha de caducidad.
4. La tendencia al consumo puede surgir por el factor imitación, que es frecuente en las horas punta de los supermercados cuando hay muchos clientes haciendo las compras. Al acudir a la tienda en horario de mediodía el cliente tiene mayor tranquilidad para hacer sus compras con pausa, puesto que entonces es cuando menos gente hay en el comercio.
5. El hábito de diseñar los menús semanales cada domingo por la tarde permite al consumidor concretar qué ingredientes necesita para preparar dichas recetas. La cesta de la compra siempre debe ponerse en relación con los menús. Conviene destinar un día a la semana para la preparación de un plato único, por ejemplo, paella. La fruta es el postre más saludable, por ello, conviene reducir otros caprichos.
6. Los productos de cada temporada no solo son muy deliciosos porque están en su mejor momento, sino que también son mucho más económicos. Es recomendable dedicar tiempo a consultar ofertas, comparar precios y elegir la mejor opción. Sin embargo, que algo esté de oferta no es motivo suficiente para que deba comprarse.
7. Al comprar en una tienda de barrio pequeña se reducen las tentaciones, que son frecuentes en las grandes superficies de los centros comerciales. Sin embargo, el mejor criterio es que cada cliente haga la compra en el centro que le inspire mayor confianza, no solo por la relación de calidad y precio de sus productos, sino también por los profesionales que trabajan en dicho comercio.
Y para financiar un gasto inesperado es posible solicitar préstamos y mini créditos rápidos.
1. Hacer la compra después de haber comido o merendado, puesto que la sensación de hambre incrementa la tendencia al consumo en un entorno lleno de dulces tentaciones. El consumidor que acude al supermercado con el estómago lleno tiene una mayor tranquilidad para pensar qué quiere o necesita en relación con aquel que tiene hambre y busca calmar esa ansiedad.
2. La lista de la compra debe ser un inventario detallado de las necesidades reales que tiene que cubrir el cliente durante la semana. Esta lista es una guía útil para hacer la compra con una planificación previa. Los gastos extra surgen por caer en la improvisación.
3. Al acudir al supermercado para hacer la compra es muy importante que previamente el consumidor haya consultado las fechas de vencimiento de los productos que tiene en la nevera y, a partir de este dato, planifique también qué necesita. Antes de elegir un producto es pertinente leer la fecha de caducidad.
4. La tendencia al consumo puede surgir por el factor imitación, que es frecuente en las horas punta de los supermercados cuando hay muchos clientes haciendo las compras. Al acudir a la tienda en horario de mediodía el cliente tiene mayor tranquilidad para hacer sus compras con pausa, puesto que entonces es cuando menos gente hay en el comercio.
5. El hábito de diseñar los menús semanales cada domingo por la tarde permite al consumidor concretar qué ingredientes necesita para preparar dichas recetas. La cesta de la compra siempre debe ponerse en relación con los menús. Conviene destinar un día a la semana para la preparación de un plato único, por ejemplo, paella. La fruta es el postre más saludable, por ello, conviene reducir otros caprichos.
6. Los productos de cada temporada no solo son muy deliciosos porque están en su mejor momento, sino que también son mucho más económicos. Es recomendable dedicar tiempo a consultar ofertas, comparar precios y elegir la mejor opción. Sin embargo, que algo esté de oferta no es motivo suficiente para que deba comprarse.
7. Al comprar en una tienda de barrio pequeña se reducen las tentaciones, que son frecuentes en las grandes superficies de los centros comerciales. Sin embargo, el mejor criterio es que cada cliente haga la compra en el centro que le inspire mayor confianza, no solo por la relación de calidad y precio de sus productos, sino también por los profesionales que trabajan en dicho comercio.
Y para financiar un gasto inesperado es posible solicitar préstamos y mini créditos rápidos.
