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Qué ocurre al no pagar un minicredito y cómo evitarlo

| Savso Spain



Hay situaciones puntuales que pueden llevarnos a solicitar un préstamo porque necesitamos una ayuda financiera extraordinaria con la que afrontar un problema. Este recurso puede servirnos de alivio momentáneo, pero también se puede convertir en un perjuicio futuro si no se cumplen los plazos de devolución de la deuda. Dejar un préstamo impagado o un minicrédito tiene consecuencias negativas que podemos evitar tomando algunas precauciones.

Lo primero que tenemos que entender es que si alguien nos presta dinero es porque confía en nuestra solvencia y en que se lo vamos a devolver. Esta confianza nos debe llevar a tomar ese dinero “fácil” como una responsabilidad, porque al recibirlo también adquirimos el compromiso de devolverlo en el tiempo acordado.

Los perjuicios de no pagar un préstamo son varios; por ejemplo que nuestro nombre será incorporado al registro del ASNEF. Esta es una lista de morosos de la que no es fácil salir y que nos impedirá acceder a compras a plazos y cualquier tipo de crédito en entidades financieras. Esto nos afectará negativamente a la hora de aprovecharnos de las facilidades de comprar un electrodoméstico en varias mensualidades, conseguir una tarjeta de crédito y otras comodidades.

Por tanto, un perjuicio importante es que la posibilidad futura de acceder a préstamos personales al instante se pierde si nuestra reputación financiera tiene una mancha por un impago pasado. Pero, muchas veces esta situación no puede preverse; podemos querer pagar el préstamo a tiempo, pero no tener el dinero por culpa de cualquier imprevisto: no ingresar lo que habíamos previsto, una factura con la que no contábamos o un problema de salud, entre otras circunstancias. ¿Qué podemos hacer para evitarlo?

Lo primero es entender que un crédito es una ayuda puntual, no una alternativa para tener dinero fácil y rápido sin "consecuencias". Cuando pedimos esa ayuda debemos asumir plazos que sean fáciles de pagar según lo que ganemos. Una ventaja de los microcréditos es que podemos elegir la cantidad a pagar y en caso de urgencia es mejor comprometernos con el pago mínimo semanal para no pillarnos los dedos.

Si a pesar de nuestras precauciones algo ha salido mal y no podemos cumplir con el pago de un plazo, lo mejor es que nos pongamos en contacto con la entidad financiera y comentemos el caso con honestidad para intentar llegar a una solución. Cerrar los ojos ante un problema no lo hace desaparecer, por eso es conveniente afrontarlo con la mejor actitud posible.

La ventaja de tener una buena reputación financiera es que siempre podemos conseguir nuevos préstamos, incluso en mejores condiciones. Así, es mejor ir solucionando pequeños problemas con créditos que podemos pagar cómodamente que intentar asumir grandes objetivos pidiendo cantidades que luego no podamos devolver.

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