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Minicréditos para afrontar el pago de las retenciones

| Savso Spain




La declaración de la renta es un proceso por el que millones de españoles y españolas están pasando desde hace unos días.  La cita anual, que consiste en la regularización de la contribución al erario público, tiene como fin establecer la diferencia entre lo que los ciudadanos abonan a Hacienda y lo que deberían haber pagado. Esta diferencia se extrae de las retenciones mensuales en cada nómina (abono) y las características particulares como contribuyente (cuánto debería pagarse).

Se trata de un sistema rápido y eficaz que, sin embargo, a veces conlleva sorpresas negativas para el usuario. Para hacer frente a la obligación fiscal anual, a veces, es necesario solicitar una ayuda económica, como pueden ser los minicréditos, para ajustarse a la cantidad que ha de pagarse. Es una opción como dinero rápido que nos permite saldar cuentas con la Administración.

La declaración de la renta es un sistema que presenta múltiples ventajas, por ello está vigente en la inmensa mayoría de estados modernos. La manera en la que está gestionado es a través de retenciones en cada pago realizado por la empresa o el pagador que tiene contratado al contribuyente. Al contrario ocurre con el pago de otros impuestos, como el de transmisiones patrimoniales o el que tiene que se tiene que abonar al adquirir una vivienda de segunda mano.

Es una vía que presenta diversas ventajas. Por un lado, el contribuyente no tiene la sensación de estar abonando tanta cantidad al erario público, ya que se trata de un porcentaje descontado automáticamente de su propio salario.  Esta percepción podría suponer una mayor holganza financiera y por ende en un aumento de la demanda. Por otro, de no existir un sistema de retenciones todos los contribuyentes estarían obligados a realizar anualmente su declaración de la renta, mientras que ahora, por el contrario, no todos los ciudadanos están obligados. Esto varía, en función de los ingresos obtenidos y del número de pagadores que haya tenido el año anterior.

No obstante, las ventajas parecen ser mayores y compensar más que los inconvenientes. Gracias al sistema de retenciones, el Estado dispone de unos ingresos recogidos de antemano, gracias a los cuales puede hacer frente a la gestión de los servicios públicos. Un sistema exento de retenciones provocaría un mayor riesgo de impagos, así como un mayor número de litigios entre el Estado y los ciudadanos.

Sin embargo, hay ocasiones en las que la cita anual con el fisco acarrea ciertos problemas a los contribuyentes, a quienes la resolución de su declaración puede determinarse con una obligación de pagar. Aunque Hacienda establece la posibilidad de un pago fraccionado, a menudo es necesario solicitar préstamos personales recibidos al instante como una vía necesaria para ser capaz de obtener  financiación y cumplir con las obligaciones fiscales.

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